Entradas

Mostrando entradas de julio, 2018

Mercurio

Aquí dormido a mi lado te veo como una gota de mercurio sobre mi colchón. Si quiero puedo dividirte y dividirte pero no puedo mezclarme contigo y hacer juntos la gran gota.

Pequeñas soledades

Somos pequeñas soledades. La ciudad es un nido. Cuántos pájaros hay quietos en este instante duro? Cuanta gente es una estatua o una sombra o un muerto ahora? Y mueven los párpados bostezan o sonríen levemente sobre el abanico del mañana... Porque “mañana” es la palabra nunca negra siempre cerca nunca quieta. Mientras tanto se hace tarde entre la prisa y hay quien llena su pereza de fe esperando un fin para empezar la vida.

Duda

Ayer le dije: Por qué? Por qué no llega ya el verano si yo estoy lista para abrir las piernas y dejarlo salir? Lengua de vaca me mira desde el otro lado de la paciencia y sonríe un poco. Todavía le hago gracia. Mis seres de adentro saltan cuando él me mira así sin querer que se le note cuánto brillo aún en sus ojos. Pechito siempre supo esto. Que era necesario así, darme a Júpiter en cucharada pequeña. Incluso antes de conocernos ya sabía él de mi hambre y de mí devastación. - Oye, en serio. Por qué no llega el Sol? Pies de niño contesta desde el otro lado de la certeza - Llegará - Cómo sabes? - Llegará -dicen los ojos Mis habitantes de adentro se dividen. Algunos sonríen, creen mucho en él. Otros no. Nos cuentan otra vez  la misma historia de muerte. Dicen que oyen la sangre llegar desde arriba de la montaña. Lenta como lava templada aplastando cada flor. Recuerdan aquellas otras veces cuando cada casita de los habitantes de adentro, cada huerta quedó