Ayer le dije: Por qué? Por qué no llega ya el verano si yo estoy lista para abrir las piernas y dejarlo salir? Lengua de vaca me mira desde el otro lado de la paciencia y sonríe un poco. Todavía le hago gracia. Mis seres de adentro saltan cuando él me mira así sin querer que se le note cuánto brillo aún en sus ojos. Pechito siempre supo esto. Que era necesario así, darme a Júpiter en cucharada pequeña. Incluso antes de conocernos ya sabía él de mi hambre y de mí devastación. - Oye, en serio. Por qué no llega el Sol? Pies de niño contesta desde el otro lado de la certeza - Llegará - Cómo sabes? - Llegará -dicen los ojos Mis habitantes de adentro se dividen. Algunos sonríen, creen mucho en él. Otros no. Nos cuentan otra vez la misma historia de muerte. Dicen que oyen la sangre llegar desde arriba de la montaña. Lenta como lava templada aplastando cada flor. Recuerdan aquellas otras veces cuando cada casita de los habitantes de adentro, cada huerta quedó